La plata ha sido un material importante para la humanidad durante milenios, apreciado por civilizaciones en todos los rincones del mundo.

A lo largo de la historia, la plata se ha utilizado para una variedad de propósitos prácticos y decorativos: desde dinero a joyas, cubertería e incluso muebles, adaptándose a las necesidades y gustos de cada época.

La moda de la vajilla de plata surgió junto con el gusto por la buena mesa. Las prácticas gastronómicas elaboradas se hicieron populares entre la élite francesa a finales de los siglos XVII y XVIII, y pronto se adoptaron en otras partes de Europa. Las comidas eran ocasiones ceremoniosas, que a menudo consistían en varios platos de comida, bellamente presentados en finas piezas de plata. La abundancia de este metal en la mesa era una muestra de estatus y riqueza, con la intención de impresionar a los invitados.

Con el descubrimiento del Nuevo Mundo comenzaron a importarse nuevos alimentos a los países europeos como el té, el café y el chocolate, que motivaron la creación de nuevos artículos para servirlos como las teteras y tazas.

La plata era una materia prima costosa, pero también lo era la mano de obra de la que salían los artículos.

Los plateros, antes del surgimiento de la industria, trabajaban a mano láminas de plata, usando martillos y otras herramientas, calentándolas para ablandarlas y darle forma.

Este proceso requería mucho tiempo y mano de obra altamente calificada. Sin embargo, con el auge de la tecnología a mediados del siglo XVIII, se inventaron máquinas que podían producir artículos de manera rápida y rentable requeriendo solo una mano de obra semicalificada para supervisar el proceso.

Los objetos de plata que se crearon de esta manera podían venderse a un precio mucho más asequible. Por primera vez, las clases emergentes tuvieron acceso a artículos de plata, y no solo la nobleza y la aristocracia.

La Revolución Industrial trajo grandes cambios en la sociedad, y ninguno más que en la producción de artículos de plata. Uno de los cambios más radicales fue la invención del proceso de plateado (silver plate), mediante el cual se podía aplicar una fina capa de plata a la superficie de un metal más económico.

Sheffield Plate, producido en Sheffield entre 1760 y 1840, fue la primera forma de enchapado en plata. El método de enchapado involucra láminas delgadas de plata que se fusionan (usando calor) a un metal base, que, para Sheffield Plate, era cobre. Usando esta técnica de capas, las empresas pudieron crear una amplia gama de artículos para el hogar 'plateados', que podrían venderse a las clases medias en crecimiento.

Después de la década de 1840, el método Sheffield Plate de enchapado en plata fue reemplazado por técnicas de galvanoplastia, que consiste en aplicar una capa de plata por electrólisis a un metal base, como el cobre o el níquel utilizando electricidad en lugar de calor.

Este método produjo artículos de plata aún más asequibles que Sheffield Plate. El primer proceso de galvanoplastia fue patentado por George Elkington, quien comenzó en 1841 con una fábrica en Birmingham.

Empresas como Christofle et Cie de París y Tiffany & Co de Nueva York también emplearon este método de galvanoplastia.